Otra destacada aparición en esta década fue la de Matias Silvestre, quien se consagraría campeón un total de cinco veces con la institución, siendo parte importante del equipo. En el año 2000, año del debut de Rodríguez, también hace su aparición José María Calvo, mejor conocido como «El Pampa», un lateral de rendimiento regular, mayormente cumplidor y que sirvió durante toda la década de oro al equipo al suplir las urgencias que iban surgiendo, conquistó un total de 15 títulos con la institución, buena parte de ellas desde el banco de suplentes. También surgieron jugadores de notable categoría, tales como Ever Banega (campeón de la Copa Libertadores 2007, Lucas Pratto (a quien le faltaron oportunidades de demostrar su potencial), Mauro Boselli (quien fuera mucho tiempo suplente del ídolo Martín Palermo) y Nicolás Gaitán, campeón de la Recopa Sudamericana 2008 y del Torneo Apertura de ese mismo año. Cabe mencionar también a jugadores como Enzo Ferrero, quien no tuvo una gran cantidad de partidos, ya que emigró con rapidez a la Primera División de España, en donde brilló en el Sporting de Gijón y es considerado el mayor ídolo en la historia de ese club. Tempranamente, la aparición del juvenil Claudio Benetti es de gran importancia, ya que le otorga el Apertura 1992 a la institución con su gol frente a San Martín de Tucumán, poniendo fin así a una sequía de 11 años.
Mientras tanto, Mike LaSalle, del periódico San Francisco Chronicle, calificó a La última cruzada como «un hermoso producto, pensado y desarrollado hasta el último detalle, con ningún otro propósito más que el de deleitar, y sí que lo hace». Al año siguiente, en 1967 se da la aparición de Miguel Nicolau, de posición marcador central, que se hizo presente en 142 partidos y convirtió 30 goles. En el año 1966 hace su aparición el delantero italiano nacionalizado argentino Nicolás Novello, campeón de tres título y autor de 23 goles en 135 partidos. Además de las conquistas del plano local al consagrarse campeón de la Copa Libertadores en sus ediciones de los años 2000, 2001, 2003 y 2007. Además cuenta con un total de 313 partidos, convirtiendo 24 goles. Tras esperar su chance, finalmente Sánchez se asentó en el arco, llegando a disputar un total de 219 partidos, cosechando tres títulos.
También es de destacar la aparición de Oscar Pianetti, delantero veloz y de peligrosas diagonales, de estilo perforador, ganó cuatro títulos y disputó 182 partidos, marcando 41 goles. Abel, volante central de recorrido, conquistaría tres títulos, disputaría 140 partidos y marcaría 25 goles. En Boca destacaría como un central de gran temple y enorme jerarquía, al igual que lo acontecido con Ricardo Gareca, sería recordado a la posteridad por la parcialidad xeneize como un traidor de la historia al emigrar a River Plate por una deuda económica mantenida con la institución. Por su parte, Gareca no obtendría títulos y sería recordado como un traidor por la parcialidad xeneize al emigrar a River Plate unos años después. Latorre sería descubierto por el exjugador del club Mario Zanabria, de gran pasado y trayectoria, quien lo llevaría a la institución, en donde disputaría un total de 242 partidos, marcando 77 goles y siendo en su momento una de las apariciones más importantes del fútbol argentino, llegando a disputar partidos con la Selección Argentina, con la que se consagraría campeón de la Copa América 1991. Por su parte, Soñora disputaría 266 partidos, convirtiendo cinco goles y consagrándose campeón un total de cuatro veces con Boca Juniors.
A raíz de una eventual definición y con una fecha de anterioridad desde los medios televisivos, como así también radio y redes sociales, se comenzó a gestar la presión hacia la dirigencia de Boca Juniors para que el partido se disputase en el Templo del Fútbol argentino, la mismísima Bombonera. El 23 de febrero, en octavos de final de la Liga de Campeones 2015-2016, anotó, en los últimos veinte minutos de juego, un gol y un penalti con los que su equipo le ganó 2-0 al Arsenal. El resultado 2-2 condujo a la disputa de dos tiempos suplementarios de 15 minutos donde la paridad no pudo quebrarse y a otra definición por penales, la tercera por esa vía que debía afrontar el Tifón en 1985. Tacconi, el arquero italiano, contuvo el penal de Pavoni, y Sergio Batista envió el suyo por encima del travesaño. Además se le sumó la aparición de Carlos Tévez, probablemente el juvenil más destacado en toda la década, quien fue la máxima figura xeneize de la Copa Libertadores 2003, y que rápidamente irrumpió como una figura no solo a nivel local, si no que luego lo hizo a nivel continental para luego pasar al fútbol europeo y brillar con creces.